As铆 que, hermanos, cuando fui a vosotros para anunciaros el testimonio de Dios, no fui con excelencia de palabras o de sabidur铆a. Pues me propuse no saber entre vosotros cosa alguna sino a Jesucristo, y a este crucificado. Y estuve entre vosotros con debilidad, y mucho temor y temblor; y ni mi palabra ni mi predicaci贸n fue con palabras persuasivas de humana sabidur铆a, sino con demostraci贸n del Esp铆ritu y de poder, para que vuestra fe no est茅 fundada en la sabidur铆a de los hombres, sino en el poder de Dios. (1 Corintios 2:1-5, RVR 1960)
Estoy muy agradecido por este pasaje de la carta de Pablo a la iglesia de Corinto, porque me ayuda a reconocer una tentaci贸n sutil y poderosa a la que me enfrento como l铆der de estudios b铆blicos. Como muchas otras tentaciones, est谩 arraigada tanto en mis inseguridades como en mi orgullo. En lugar de contentarme con centrarme en el aprendizaje de mis alumnos y alegrarme por ello, a veces encuentro un deseo adicional dentro de m铆. Quiero que se me considere un buen profesor o m谩s bien, un gran profesor. Uno que es h谩bil, que hace que las cosas sean memorables, que es poderosamente persuasivo, que se le considera inteligente y sabio. Se帽or, 隆perd贸name por este deseo egoc茅ntrico de alabanza y admiraci贸n de los dem谩s!
En cambio, Pablo aborda su ministerio de ense帽anza en Corinto de un modo radicalmente distinto. En un contexto en el que los maestros suelen utilizar sofisticados recursos ret贸ricos e intrincados argumentos racionales para intentar persuadir a la gente de que acepte su verdad, Pablo llega con el sencillo mensaje del Evangelio. Llega como heraldo de Dios, proclamando lo que Dios ha hecho mediante la muerte de Cristo en la cruz. Pablo quiere que la fe de quienes lo escuchan repose en la obra contundente de Dios en sus corazones, y que no dependa de su propia ense帽anza. Quiere que la fe crezca a partir del reconocimiento del poder de Dios y de la obra del Esp铆ritu Santo, no a partir del poder de la persuasi贸n humana. A Pablo no le importa lo que piensen de 茅l, pero s铆 le importa mucho c贸mo quienes lo escuchan respondan al Evangelio de Cristo.
Me acuerdo de una canci贸n de Nancy Honeytree Hennigbaum que aprend铆 hace muchos a帽os cuando era estudiante universitario. Al igual que este pasaje, esa canci贸n me llama a proclamar con sencillez el mensaje de la palabra de Dios, y a confiar en Su poder y Su gracia. La primera estrofa de la canci贸n, Simple Song, dice as铆:
I will sing a simple song; the meaning will be clear.
And you鈥檒l never have to wonder when you鈥檙e far away from here
Just where I am coming from and where I take my stand
Beneath the cross of Jesus, holding to His nail-scarred hand.[1]
[Cantar茅 una canci贸n sencilla; el significado ser谩 claro.
Y nunca tendr谩s que preguntarte cuando est茅s lejos de aqu铆
De d贸nde vengo y en lo que creo
Bajo la cruz de Jes煤s, agarrado a Su mano marcada por los clavos.]
Pablo sabe que el mensaje del Evangelio de la vida y muerte de Jesucristo para nuestra salvaci贸n, recibida por gracia, mediante la fe, puede parecer una tonter铆a para quienes est谩n inmersos en una cultura y una visi贸n del mundo que glorifican la astucia, la sofisticaci贸n filos贸fica y los argumentos cuidadosamente elaborados. Pablo es sin duda un maestro capaz, y tiene la formaci贸n necesaria para ofrecer una presentaci贸n m谩s sofisticada, pero no quiere ser recordado como un maestro h谩bil. Quiere ser un instrumento mediante el cual la gloriosa palabra de Dios se comparta con los dem谩s, permitiendo que el Esp铆ritu Santo utilice ese mensaje para conmover los corazones y atraer a la gente hacia la fe. Quiere que sea gracias a la obra de Dios dentro de ellos.
Pablo puso su confianza en el Evangelio, en el poder de Dios y en la obra del Esp铆ritu Santo en los corazones de aquellos a quienes Dios estaba atrayendo a la fe. Se content贸 con proclamar un mensaje sencillo sobre la misericordia y la gracia de Dios manifestadas en la muerte de Cristo en la cruz. Cuando ense帽amos, debemos hacer todo lo posible para que este mensaje sea claro y para responder a las preguntas que la gente pueda tener, pero recordando que el poder de producir la fe salvadora reside en el Esp铆ritu Santo, no en nuestra inteligente ense帽anza. El darnos cuenta de esto, nos mueve a orar por aquellos a quienes vamos a ense帽ar, para que Dios act煤e en sus corazones, para que Su poder sea la fuerza persuasiva en sus vidas, y para que el Esp铆ritu Santo los atraiga a la fe. Ruego a Dios para que esto sea as铆 en tu ministerio de ense帽anza. Gracias, Dios, por el ejemplo y el aliento de Pablo.
Padre, gracias por darme un mensaje de esperanza que proclamar: Cristo muri贸 en la cruz para la salvaci贸n de los que crean en 脡l. Ay煤dame a proclamar este sencillo mensaje con claridad, amor y solemnidad, para que otros vean tu misericordia, gracia y bondad en Cristo y respondan con fe en Ti. Que los resultados de mi ense帽anza descansen en Tu poder y en Tu obra en la vida de las personas, no en mis intentos de ingenio o persuasi贸n. Quiero que la gloria sea para Ti, 隆porque s贸lo T煤 eres digno! Am茅n.
[1] Simple song, album Honeytree鈥檚, 1974, The Way I Feel, Myrrh label, copyright Word Music.