"Cualquiera, pues, que me oye estas palabras, y las hace, le comparar茅 a un hombre prudente, que edific贸 su casa sobre la roca. Descendi贸 lluvia, y vinieron r铆os, y soplaron vientos, y golpearon contra aquella casa; y no cay贸, porque estaba fundada sobre la roca. Pero cualquiera que me oye estas palabras y no las hace, le comparar茅 a un hombre insensato, que edific贸 su casa sobre la arena; y descendi贸 lluvia, y vinieron r铆os, y soplaron vientos, y dieron con 铆mpetu contra aquella casa; y cay贸, y fue grande su ruina."
Y cuando termin贸 Jes煤s estas palabras, la gente se admiraba de su doctrina; porque les ense帽aba como quien tiene autoridad, y no como los escribas. (Mateo 7:24-29, RVR 1960)
No crec铆 cerca del mar, as铆 que cuando 铆bamos a la playa era una ocasi贸n especial. Recuerdo los viajes familiares a una casa de alquiler en Myrtle Beach, pasando los d铆as en la arena y en el agua. Uno de mis placeres m谩s sencillos era pararme en la playa justo a la orilla del mar, dejar que las olas llegaran hasta mis pies e intentar mantener el equilibrio mientras la marea se llevaba la arena de debajo de mis pies. Las fuertes corrientes de agua dificultaban el mantenerme en pie, pero disfrutaba el reto. Sin embargo, este divertido pasatiempo para un ni帽o puede ser una experiencia devastadora para una familia que ve c贸mo una tormenta inunda y erosiona el suelo sobre el que est谩 construida su casa, provocando su derrumbe.
Jes煤s utiliza esta imagen de destrucci贸n como advertencia a quienes se contentan con escuchar Sus ense帽anzas, pero no ponen en pr谩ctica Sus palabras. Las cosas pueden parecer estar bien mientras no haya tensiones o desaf铆os, pero cuando las olas de crisis golpean, los cimientos de sus vidas no son lo suficientemente fuertes como para sostenerlos, y su vida entera se desmorona. S贸lo aquellos que responden a Sus ense帽anzas, poni茅ndolas en pr谩ctica, descubrir谩n que pueden sobrevivir a las inevitables tormentas de la vida.
En este pasaje, Jes煤s hace una afirmaci贸n que ning煤n otro maestro de Israel ten铆a el derecho a hacer. Dijo que Sus ense帽anzas eran la verdad y que deb铆an ser obedecidas. Aquellos que escuchen y respondan a este llamado estar谩n a salvo, pero los que se contenten con escuchar sin responder en obediencia ver谩n la destrucci贸n. No es de extra帽ar que las multitudes se asombraran de Su ense帽anza. Nadie antes hab铆a proclamado este tipo de autoridad. En realidad, nadie m谩s ten铆a este tipo de autoridad. Por nuestra parte, nosotros debemos hacernos esta pregunta: 芦驴C贸mo respondo yo a la ense帽anza de Jes煤s?禄. Pongan cuidado en c贸mo contestan a esto porque es f谩cil enga帽arnos a nosotros mismos.
Vivimos en una 茅poca en la que el acceso a los contenidos de la Biblia es f谩cil para muchos de nosotros. Escuchamos la lectura de las Escrituras en los servicios religiosos, escuchamos sermones que explican lo que dicen, escuchamos podcasts durante la semana y leemos las Escrituras como parte de nuestras pr谩cticas devocionales. Todas estas son buenas pr谩cticas y pueden tener un poderoso efecto al formar nuestros corazones y vidas. Sin embargo, el peligro del que debemos cuidarnos es el siguiente: si no leemos y escuchamos la Palabra de Dios con un coraz贸n que desea aprender, crecer y ser obediente a Dios, entonces podemos estar enga帽谩ndonos a nosotros mismos pensando que conocer las Escrituras es suficiente. Si no nos comprometemos a poner en pr谩ctica lo que aprendemos de Dios en Su palabra, este conocimiento poco bien nos hace, y puede, de alguna manera, hasta ser perjudicial para nuestras almas.
Reconozco, y confieso, que mi propia obediencia a la Palabra de Dios es s贸lo parcial e imperfecta. Conozco m谩s Escrituras de las que realmente pongo en pr谩ctica, y eso me preocupa. Sin embargo, ese descontento de mi parte es en realidad una buena se帽al, que demuestra que el deseo de mi coraz贸n es ser m谩s obediente. As铆 que pido al Se帽or que contin煤e Su obra transformadora en m铆. Supongo que la pregunta que tengo que hacerme, y que les animo a que se hagan, es: 驴Me estoy contentando con conocer las Escrituras intelectualmente, o me comprometo a vivirlas cada vez mejor seg煤n Dios me vaya guiando?
Esta es una pregunta fundamental para los que ense帽amos y dirigimos grupos de estudio b铆blico. Si nuestro propio coraz贸n se contenta con conocer bien la Biblia, pero no siente ninguna urgencia por ponerla en pr谩ctica, entonces tambi茅n nos contentaremos con lecciones y estudios b铆blicos que animen a los que ense帽amos a hacer lo mismo. Nos contentaremos sencillamente con familiarizarlos con lo que dice la Biblia, ayudarles a entenderla mejor y capacitarlos para explic谩rsela a otros. Pero nuestras casas estar谩n construidas sobre arena y no resistir谩n la tormenta. Debemos proponernos hacerlo mucho mejor. Puede que no seamos perfectos en la aplicaci贸n de las lecciones de las Escrituras, pero no podemos cesar en nuestro empe帽o en perseguir ese objetivo de obediencia. Dios es un maestro paciente y amoroso que nos mostrar谩 una y otra vez el camino a seguir, y nos da el Esp铆ritu Santo para que trabaje en nosotros y transforme nuestras actitudes y voluntades, de modo que la obediencia crezca como fruto de su vida en nosotros. A veces podemos sentirnos desanimados al ver nuestra propia falta de progreso, pero porque estamos en Cristo, y el Esp铆ritu est谩 en nosotros, tenemos esperanza. Como Pablo escribi贸 a los Corintios:
Porque el Se帽or es el Esp铆ritu; y donde est谩 el Esp铆ritu del Se帽or, all铆 hay libertad. Por tanto, nosotros todos, mirando a cara descubierta como en un espejo la gloria del Se帽or, somos transformados de gloria en gloria en la misma imagen, como por el Esp铆ritu del Se帽or. (2 Corintios 3:17-18, RVR 1960)
Dios est谩 realizando Su obra en nosotros, ayud谩ndonos a responder con mayor obediencia a lo que aprendemos de Su Palabra. 脡l desea que persigamos este objetivo, reconociendo que tenemos mucho que aprender y muchas 谩reas en las que crecer. Que Dios nos ayude a poner nuestros corazones en lograr una mayor obediencia m谩s que en un mayor conocimiento. Si as铆 lo hacemos, el mayor conocimiento y comprensi贸n vendr谩n a medida que experimentemos la bondad de Su ense帽anza.
Padre, te pido que me libres de contentarme simplemente con conocer y comprender Tu Palabra. Fortalece mi deseo de poner en pr谩ctica y ay煤dame a aprender aplicar Tus ense帽anzas para que mi vida se construya sobre Tu fundamento seguro. Ayuda a que los estudios b铆blicos que dirijo fomenten un compromiso y una respuesta similares en aquellos a quienes ense帽o, para que juntos podamos crecer como Tus hijos, transformados cada vez m谩s en Tu propio car谩cter. Gracias por Tu amor y paciencia mientras aprendemos a seguirte m谩s plenamente. Am茅n.