Estos son tiempos inciertos. La pandemia mundial ocasionada por el COVID-19 ha estado transformado la vida de millones de personas de una manera inimaginable desde hace apenas unas semanas o incluso d铆as. Los cambios se han estado dando tan r谩pidamente que nos han tomado por sorpresa a la mayor铆a de la poblaci贸n mundial. Todos estamos tratando de adaptarnos a esta nueva realidad con la esperanza de que acabe pronto la pandemia, aunque es imposible predecir cu谩nto durar谩 y qu茅 consecuencias tendr谩 para todos. En estos d铆as de crisis y de confinamiento en casa he estado meditando en diferentes principios basados en mi perspectiva como seguidor de Jesucristo que quisiera compartir con usted:
1. La vida es corta y los seres humanos somos fr谩giles.
Las crisis nos recuerdan que todos somos fr谩giles y susceptibles a enfermarnos e incluso morir repentinamente. En general los seres humanos hacemos planes para el futuro pensando que tenemos el control de nuestras vidas, pero basta un peque帽o virus, un microorganismo que no podemos ni ver, para alterar completamente nuestras rutinas y destruir nuestros planes. El rey poeta del mundo nahua, Nezahualc贸yotl quien vivi贸 de 1402-1472 y fue el Tlatoani de Texcoco, describi贸 con maestr铆a esta realidad en este poema:
Yo Nezahualc贸yotl lo pregunto:
驴Acaso de veras se vive con ra铆z en la tierra?
No para siempre en la tierra:
S贸lo un poco aqu铆,
Aunque sea de jade se quiebra,
Aunque sea de oro se rompe,
Aunque sea plumaje de quetzal se desgarra.
No para siempre en la tierra:
S贸lo un poco aqu铆
2. Todos somos iguales.
Las enfermedades y crisis no hacen diferencia entre personas y afectan a todos por igual. Los seres humanos tratan de marcar diferencias econ贸micas, sociales o culturales, pero el COVID-19 nos recuerda que todos podemos enfermarnos y que todos estamos interconectados y nos necesitamos unos a otros. No importa en qu茅 pa铆s vivamos, qu茅 edad tengamos o a qu茅 nos dediquemos, todos somos importantes y necesarios en este mundo. Solamente se puede detener la propagaci贸n del virus con la colaboraci贸n fraterna de todos.
3. Cada vida es importante.
Todos los seres humanos somos creados a la imagen y semejanza de Dios (Gen. 1:27). La imagen de Dios es la base fundamental para el valor y dignidad de absolutamente todas personas. La Biblia ense帽a que Dios es el dador de la vida, por lo que desde la concepci贸n hasta la tumba debemos proteger y valorar la vida de todos. La vida humana no tiene precio y no importan las consecuencias econ贸micas que una cat谩strofe como la que enfrentamos traiga, debemos luchar a toda costa por cuidar las vidas de todos. Cualquier llamado a 鈥渟acrificar鈥 a unos por el bien de otros es deleznable y contrario a la dignidad dada por Dios a todos los seres humanos.
4. Dios est谩 cercano y es nuestro refugio en medio de las tormentas y las cat谩strofes que enfrentemos.
No importa si los problemas son peque帽os o grandes o si las consecuencias parecen imposibles de soportar, nuestro Dios es la 煤nica fuente de verdadera seguridad y podemos confiar en El. Dios cuida de nosotros como lo menciona el Salmo 121 y podemos corroborarlo a lo largo de toda la Escritura y muchos lo hemos experimentado durante nuestras vidas. Los cristianos sufrimos como todos los dem谩s, pero lo podemos hacer con la paz que Dios nos da al saber que nuestro Padre Celestial est谩 al pendiente de nosotros. El miedo ha ocasionado que en los Estados Unidos la venta de armas haya aumentado considerablemente y en el mundo entero las compras de p谩nico de art铆culos como el papel de ba帽o se han dado de manera casi incontrolable. Dios no nos ha dado un esp铆ritu de temor, sino de poder, amor y dominio propio (2 Tim. 1:7) que nos permite enfrentar las circunstancias confiados y en completa paz (Isa铆as 26:3).
5. El amor al pr贸jimo es la prueba fundamental de nuestra fe.
Jes煤s afirm贸 claramente en Juan 13:13: 鈥淓n esto conocer谩n todos que sois mis disc铆pulos, si tuviereis amor los unos con los otros鈥. En tiempos de crisis, nuestro genuino amor por los dem谩s es la luz a un mundo oscurecido por los problemas. Este amor es concreto y tiene como ejemplo m谩ximo el amor que Jes煤s nos demostr贸 al morir por nosotros en la cruz (Juan 13:34). Quiz谩 una muestra que puede parecer sencilla, pero es fundamental en estos momentos es mantener nuestra 鈥渟ana distancia鈥 de los dem谩s no necesariamente para cuidarnos a nosotros mismos sino para cuidar a los dem谩s. Nuestra perspectiva y misi贸n debe ser el bien com煤n y necesitamos hacer lo necesario para proteger el bienestar de los dem谩s. Tambi茅n esta crisis mundial por el COVID-19 est谩 evidenciando la enorme desigualdad social y econ贸mica de todos los pa铆ses, pero que se palpa con m谩s claridad en los pa铆ses en v铆as de desarrollo. Tristemente son los pobres los que tendr谩n el mayor impacto de esta pandemia mundial y todos tenemos la responsabilidad de ayudar a los m谩s necesitados y luchar por reconstruir un mundo en donde haya m谩s justicia y equidad.
6. La paz completa y la redenci贸n final a煤n est谩 por venir.
Los cristianos vivimos con la esperanza de un mundo mejor a煤n por venir. Esto no quiere decir que en el presente no nos preocupemos por tener un mundo mejor para todos, sino que hacemos lo mejor que podemos en el presente, pero tambi茅n esperamos la segunda venida de Jes煤s en donde por fin disfrutaremos de la plenitud de la vida que Dios quiere para todos nosotros. Brian Dailey defini贸 acertadamente la escatolog铆a o estudios del futuro de esta manera: 鈥淟a esperanza de los creyentes de que el estado incompleto de su experiencia presente con Dios ser谩 resuelta, su sed presente ser谩 saciada, su necesidad presente de liberaci贸n y salvaci贸n ser谩 satisfecha鈥. Las tres virtudes cristianas son la fe, el amor y la esperanza. Nuestra fe en Cristo nos sostiene, nuetro amor por Dios y por los dem谩s nos define y nuestra esperzanza nos alienta a seguir adelante en medio de las dificultades. En las circunstancias a las que nos enfrentamos estos d铆as, lo animo a que juntos unamos al clamor del ap贸stol Juan al recibir la promesa de Jes煤s al final de las Escrituras: 鈥淓l que da testimonio de estas cosas dice: Ciertamente vengo en breve. Am茅n; s铆, ven, Se帽or Jes煤s鈥 (Apoc. 22:20).
Octavio Esqueda is among the featured columnists at Baptist Press en Espa帽ol, and this article was also published in Baptist Press.