En los 煤ltimos d铆as se ha dicho y escrito mucho sobre Cuba. La muerte de Fidel Castro ha originado un sin fin de perspectivas sobre su legado, sobre la Revoluci贸n Cubana y sobre el bello pa铆s de Cuba en general. En lo personal, he tenido el privilegio de viajar a Cuba en trece ocasiones, de convivir con much铆simos cubanos en diferentes contextos y de hacer . Me gustar铆a resaltar que en Cuba ha habido un avivamiento espiritual por much铆simos a帽os en donde el Esp铆ritu Santo ha estado obrando poderosamente a lo largo de la isla. El crecimiento de la iglesia ha sido tal que muchas denominaciones no se dan abasto en la preparaci贸n de l铆deres y en el discipulado de los nuevos creyentes.

El lema que resume la pasi贸n y anhelo de los cristianos en Cuba es 鈥淐uba para Cristo鈥. Y si bien es cierto que el avivamiento espiritual siempre es obra de la gracia divina, el compromiso de los seguidores de Cristo en Cuba es tan grande que Dios ha tenido a bien derramar su bendici贸n espiritual entre ellos. Cada vez que pasaba unos d铆as en Cuba sent铆a que mis 鈥渂ater铆as espirituales鈥 se cargaban y regresaba a casa con mucho entusiasmo de ser testigo del avivamiento y del fervor de los cristianos.

Quisiera compartir cuatro ejemplos del compromiso cristiano de los hermanos cubanos que me impactaron grandemente. Deseo que lo animen tanto como a m铆 y que lo motiven a orar por la iglesia en Cuba. En una ocasi贸n est谩bamos ayudando en una escuela b铆blica de vacaciones en Camag眉ey durante el d铆a. Ah铆 pude conocer el sacrificio que una hermana hab铆a hecho por servir en esa actividad. Tuvo que usar su semana de vacaciones para poder ense帽ar en la iglesia. El horario era pesado ya que la escuela de verano empezaba a las 9 de la ma帽ana y terminaba hasta la tarde. En la noche tambi茅n ten铆amos una capacitaci贸n para los maestros a la cual ella asist铆a puntualmente. Al hablar con ella durante la semana me di cuenta que ten铆a que caminar al edificio de la iglesia porque no contaba con una bicicleta para transportarse. Me dijo que viv铆a aproximadamente a cien calles de distancia y a煤n as铆 hacia ese recorrido de ida y vuelta un par de veces al d铆a. 隆Caminaba 400 calles cada d铆a bajo el calor abrasador de julio con tal de ense帽ar la Palabra de Dios a los ni帽os de su iglesia!

En otra ocasi贸n una hermana de otra iglesia me rog贸 que la dejara tomar el curso de capacitaci贸n b铆blica. El problema era que solamente hab铆a pocos libros y no hab铆a suficientes para ella. Le expliqu茅 que lamentablemente no iba a ser posible que nos acompa帽ara en el curso debido a que no pod铆a tener el libro de texto. Ella me dijo que no me preocupara por eso porque su deseo por aprender era muy grande. Dej茅 que asistiera a la clase ese d铆a y con el paso de los d铆as me olvid茅 de este asunto. 隆Cu谩n grande fue mi sorpresa al regresar unos meses despu茅s al darme cuenta que esta hermana hab铆a conseguido un cuaderno y copiado a mano todo el libro! Con tal de aprender m谩s de la Biblia, esta se帽ora hab铆a invertido much铆simas horas escribiendo en su cuaderno cada palabra del libro.

A mi esposa Ang茅lica y a m铆 nos toc贸 convivir con una pareja joven con un peque帽o ni帽o que hab铆an sido comisionados por su iglesia local como misioneros en las monta帽as del centro del pa铆s. Los hermanos de la iglesia eran muy pobres pero ten铆an un gran fervor misionero y deseaban compartir el evangelio con todas las personas. Esta pareja hab铆a aceptado el desaf铆o de mudarse a las monta帽as y empezar una iglesia en aquel lugar. La iglesia no ten铆a dinero para sostenerlos, pero cada miembro de la iglesia aparataba un poco de su raci贸n de arroz y frijoles para d谩rselos a esta pareja de misioneros y que de esta manera tuvieran por lo menos algo que comer mientras hac铆an su ministerio. Lo sorprendente para nosotros era el gozo que esta pareja reflejaba al ser enviados como misioneros a煤n en medio de esas precarias circunstancias. La sonrisa de sus rostros y el entusiasmo de los hermanos de la iglesia eran contagioso y alentador. Todos confiaban en la provisi贸n divina y viv铆an y serv铆an por fe.

El tiempo de alabanza m谩s impactante en el que he participado se dio en una peque帽a iglesia en un pueblito al norte de Santiago de Cuba. Ese lugar era pobre ya que la f谩brica de az煤car de la cual depend铆a la econom铆a del lugar hab铆a cerrado hace ya bastante tiempo. El edificio de la iglesia carec铆a de ventanas y sus bancas eran bastante viajas. Los 煤nicos instrumentos musicales eran una maraca y una guitarra a la que le faltaban un par de cuerdas. Sin embargo, el entusiasmo y la sinceridad en la alabanza eran grandiosos como no he tenido la oportunidad de presenciarlo en ning煤n otro lugar. Recuerdo que una de las alabanzas dec铆a 鈥渉ay una casa mejor que mi casa y es la casa que Dios ha estado preparando para m铆. En ella me gozo y en ella hayo paz y como quisiera estar ah铆 en la presencia de Dios para siempre鈥. Su esperanza en Cristo era tan grande que nada ni nadie se pueden comparar a estar con Cristo. Ese domingo por la ma帽ana pude presenciar lo que significa anhelar por la segunda venida de Jes煤s quien nos dijo al final de las Escrituras, 鈥渃iertamente vengo en breve鈥 y los hermanos de esta iglesia realmente dec铆an, 鈥渁m茅n. S铆 ven, Se帽or Jes煤s鈥.

Cuba es una hermosa isla en la que el Dios del universo ha tenido a bien derramar su bendici贸n espiritual. La iglesia en Cuba est谩 creciendo y son un ejemplo para todos los que somos seguidores de Jes煤s. Realmente ha sido un privilegio ser testigo de la obra de Dios en Cuba y me uno al fervor de mis hermanos y hermanas cubanos que declaran 鈥淐uba para Cristo鈥.

NOTE: Octavio Esqueda is among the featured columnists at , and this article was also published in Baptist Press.